La autoridad del docente/NOTA
El mando y la obediencia deben estar presente en la escuela como en toda organización social que necesite mantener un cierto orden para el cumplimiento de sus fines. En épocas pasadas era incuestionable la autoridad del docente, cercana al autoritarismo, pues sus opiniones y decisiones eran incuestionables.
Hoy en día, de la mano de una democracia mal entendida; el maestro ha perdido autoridad, al punto de ser objeto de graves faltas de respeto y cuestionamientos infundados. Si bien el docente puede equivocarse, y es bueno que se permitan discrepancias con sus dichos o acciones, no debe olvidarse que el docente no es un par con respecto a los alumnos, que deben dirigirse a él con las maneras que exige el trato hacia un superior jerárquico.
La sociedad toda debe entender que la autoridad docente es necesaria para el pleno desarrollo de los niños y adolescentes que deben formarse en el marco de normas y reglas de conducta, que tanto ellos como el docente deben respetar.